El sector inmobiliario en la etapa del coronavirus está viendo como aumenta el interés de inversores que valoran una relación óptima entre la rentabilidad y el riesgo, así como por producir ingresos recurrentes y previsibles, dentro de una temporalidad de la inversión de medio y largo plazo.
Varios son los motivos para este aumento de interés:
- Que los activos inmobiliarios esten descorrelacionados de las fluctuaciones a corto y medio plazo del mercado financiero.
- El exceso de riesgo en la renta variable y tipos próximos a cero en renta fija.
- Que el sector inmobiliario está saneado, todo lo contrario de la situación que se vivió durante la crisis del 2008.
- A la posible aparición de oportunidades inmobiliarias producidas por necesidades puntales de liquidez, especialmente en las viviendas de segunda mano.
La justificación de que la crisis pandémica actual pueda tener una recuperación rápida la encontramos en las diferencias con otras crisis anteriores (2008-1929), y que son:
- De forma rápida y coordinada, tanto la Reserva Federal Americana, el BCE y el FMI se han comprometido en hacer todo lo que sea necesario para aminorar los efectos económicos producidos por el Covid-19. Lo cual supone un cambio sustancial con respecto a las anteriores crisis, cuando se hizo todo lo contrario.
- Se va a producir una fuerte inversión pública tanto en EE. UU. como en Europa para reflotar la economía. Con la ventaja de tipos de intereses muy bajos.
- Las crisis anteriores fueron endógenas, es decir sistémica, mientras que la actual es exógena, producida por la pandemia.
- En la crisis actual el sector financiero, inmobiliario y empresarial, en general, están saneados. No existen sectores economicos que haya que reestructurar.
En el caso concreto de España, durante la crisis del 2008 existía un bajo nivel de endeudamiento público cosa que en la actual no se produce. Esto nos llevará a tener que solicitar con mucha probabilidad fondos europeos de rescate financiero que con llevarán la exigencia de ajustes en el déficit público.
Por otra parte, las fortalezas que han hecho interesantes las inversiones inmobiliarias en la Costa Blanca seguirán intactas después de la pandemia. Aspectos como su clima mediterráneo, sus excelentes playas, su dieta y gastronomía, el coste de la vida más bajo que otros lugares de origen, la existencia de colegios internacionales, sus gentes alegres y hospitalarias, la variedad y calidad de los servicios médicos, la facilidad de conexiones aéreas con su país de origen, la alta demanda de alquiler, alto nivel de ocupación durante todo el año y una amplia oferta de ocio y deportes, seguirán atrayendo a clientes tanto nacionales como especialmente a internacionales.
Estamos en un buen momento para encender el radar en la busca de oportunidades inmobiliarias. Contacta con nosotros si quieres formar parte de nuestro club de inversores.